Este año, la Fundación ”la Caixa” ha lanzado la campaña de sensibilización “La soledad no se ve, se siente”, con el fin de hacer visible una realidad invisible que afecta a millones de personas mayores en nuestro país. La campaña se basa en hacer sentir a la sociedad lo que percibe una persona mayor que se siente sola, con piezas que plasman visualmente y auditivamente la sensación subjetiva que representa la soledad.
En nuestro país, cerca de 3 millones de personas mayores de 65 años sufren soledad. Se trata de una realidad muy extendida y que, de alguna forma, nos apela e interroga a todos, ya que tiene que ver con algo tan humano como la vulnerabilidad, la fragilidad y las pérdidas. Aun así, a menudo se vive en silencio por el sentimiento de culpa y vergüenza que puede suscitar en aquellos que la padecen. Es por esto por lo que pasa desapercibida ante los ojos de vecinos, familiares y la sociedad en su conjunto.
Pablo, uno de los participantes en el programa Siempre Acompañados, pone rostro a la campaña y nos cuenta su historia personal: lo que supuso para él vivir en soledad y cómo, a raíz de participar en el programa, ha encontrado el modo de volverse a sentir conectado con otras personas y con la vida.
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